Los techos metálicos se corroen y desgastan con el tiempo, especialmente en ambientes altamente corrosivos como las instalaciones de cría de animales de granja. El proceso de corrosión provoca la degradación del material de recubrimiento y conduce a fugas, riesgos biológicos y medioambientales. Palram ofrece soluciones de láminas corrugadas de PVC resistentes a la corrosión que mejoran la bioseguridad y prolongan la vida útil de los techos. A diferencia de los revestimientos metálicos, estas soluciones de láminas de PVC corrugado se pueden lavar con máquinas utilizando productos químicos agresivos de forma regular y duran años, incluso en los entornos más duros. Estas soluciones también son ligeras de peso, ofrecen una alta resistencia a la tracción y están disponibles en láminas súper anchas, lo que puede resultar en una reducción de hasta un 50% en los costes de construcción.